Según el INDEC, en octubre se acumuló un superávit comercial de solo u$s 612 millones, como consecuencia de una baja de las exportaciones mayor (-21,6% interanual) a la caída en las importaciones (-2,8% interanual). El superávit comercial mensual se redujo por segundo mes consecutivo fuertemente frente a lo registrado agosto (U$S 1.430 millones). En septiembre había sido la primera señal de alarma, cuando fue sólo de U$S 584 millones. Es el impacto de la disparada de la brecha cambiaria sobre la balanza, al frenar las exportaciones y acelerar las importanciones.
En los primeros 10 meses del año el superávit comercial acumulado llegó a U$S 12.171 millones. Sin embargo, el BCRA sigue sin poder comprar dólares para robustecer las reservas internacionales.
La disparada en la “brecha cambiaria” se filtró y distorsionó los números de comercio exterior. Según el INDEC, en octubre todos los rubros de exportaciones cayeron respecto al mismo mes del año pasado, los “Productos primarios” se derrumbaron 34,4% , las “Manufacturas de origen agropecuario” disminuyeron un 4,2%, las “Manufacturas de origen industrial” cayeron 23,7% y “Combustibles y energía” se derrumbaron 56,7%, todas respecto de octubre de 2019.
Por el lado de las importaciones la evolución fue la siguiente: “Combustibles y lubricantes” (-36,3%); “Piezas y accesorios para bienes de capital” (-21,1%); Bienes de capital (-10,9%) y Bienes de consumo (-7,7%), siempre comparando con igual mes del año pasado.
Mientras que los rubro “Bienes intermedios” subieron 14,1%, Vehículos automotores de pasajeros” se disparó un 50,4% y “Resto” subió 82,6% – en términos interanuales.
En lo que va de 2020, el superávit comercial acumula U$S 12.171 millones. Es solo un 8% mayor que el mismo período del año anterior. En los primeros 10 meses de 2020, el país le vendió al resto del mundo por U$S 46.556 millones y realizó compras por U$S 42.583 millones. Vale señalar que el país lleva 26 meses consecutivos con saldo comercial positivo (acumula u$s 31.232 millones en dicho período).
Las exportaciones en los primeros meses del año amortiguaron el impacto de la pandemia y cayeron “sólo” 11,3% (promedio entre enero y agosto), respecto del mismo período de 2019. Sin embargo, a pesar de la recuperación de la economía global y de los precios, entre septiembre y octubre las exportaciones cayeron a un ritmo mayor -19,8% interanual (promedio)-.
Básicamente, el efecto de la disparada en la “brecha cambiaria” (que fue de 106 % promedio entre septiembre y octubre) afectó directamente al comercio exterior. Las exportaciones profundizaron su caída y las importaciones tuvieron un “rebote” pese a la recesión ya que los importadores perciben que el “dólar oficial” esta barato .
En octubre, las importaciones se ubicaron 2,8% por debajo del registro de igual mes del año pasado. Pese al derrumbe de la actividad económica, que según lo informado por el INDEC en el Estimador Mensual de Actividad (EMAE), está 6,9% abajo de octubre del año pasado. Claramente, la disparada en la expectativa de devaluación anticiparon las compras al exterior.
Como hemos remarcado en informes anteriores la “brecha cambiaria” distorsionó el comercio exterior. Así, los pagos de importaciones registrados por el BCRA (base caja) en septiembre pasado subieron 51,4% más que en el mismo mes del año pasado. Las exportaciones cayeron 14% interanual .Y el balance comercial de bienes (base caja) fue prácticamente nulo: apenas superávit de U$S 7 millones.
En los años de crisis económicas (locales e internacionales), Argentina acumuló siempre los mayores superávit comerciales.
En el año 2002 , tras la mega- devaluación del estallido de la Convertibilidad, el superávit comercial llegó a U$S 16.600 millones. En 2009, con el impacto de la crisis internacional, el superávit de la balanza comercial ascendió a U$S 16.885 millones. En 2019 tras la crisis cambiaria iniciada en 2018, el saldo comercial alcanzó U$S 15.990 millones.
En 2020 con esta tendencia de las exportaciones e importaciones estimamos un saldo comercial cercano a los U$S 13.300 millones .
A pesar de un récord en la generación de dólares vía balanza comercial y al “super cepo” recargado, que cada vez es más restrictivo para empresas (especialmente importadores), para el pago de deudas privada en dólares y para personas físicas, el Central no logra comprar los dólares del superávit comercial.
Básicamente, la disparada de la brecha cambiaria (entre el dólar oficial y los dólares alternativos) atenta contra la acumulación de reservas del BCRA. Los agentes económicos ven barato al dólar oficial e intentan “sacarle” dólares al BCRA y nadie quiere venderle sus dólares al tipo de cambio oficial.
El efecto “brecha cambiaria” en octubre generó una caída en el superávit comercial: se redujo 65% y cayó a U$S 612 millones, cuando venía promediando alrededor de los U$S 1.370 millones mensuales (hasta agosto/2020 ).
Por ello, si el Gobierno no logra “aplacar” las expectativas de devaluación, la “brecha cambiaria” terminará de “pulverizar” a mediano plazo el superávit comercial, el único pilar de la economía argentina que se mantiene en pie.