La Convención radical terminó de definir el mapa electoral de cara a las presidenciales de octubre.
La conducción de la UCR, liderada por Ernesto Sanz, logró imponerse y encolumnar al principal partido de la oposición, detrás de un entendimiento con Mauricio Macri.
Desde la nueva coalición, Elisa Carrió felicitó al presidente de la UCR y se mostró exultante y confiada como nunca.
Desde la vereda de enfrente, Sergio Massa -uno de los más perjudicados por el acuerdo- se mostró optimista en una recorrida por La Matanza.
El líder del Frente Renovador aseguró que su espacio se impondrá en las urnas en contra de los aparatos y con el respaldo de la gente.
La reacción del kirchnerismo tampoco se hizo esperar. El jefe de Gabinete Aníbal Fernández afirmó que el acuerdo entre la UCR y el PRO es una “derecha espantosa” que encarna la versión actual de la vieja Alianza.
A tono con la Casa Rosada, el candidato oficialista que más mide en las encuestas también salió a ligar el acuerdo con el final traumático del gobierno de la UCR y el Frepaso.
Los operadores de Macri, Sanz y Carrió ya comenzaron a trabajar en busca de afinar el lápiz: necesitan acordar una lista común de candidatos a diputados y afianzar los acuerdos en las provincias.
La cuenta regresiva ya empezó y quedan 3 meses para que la nueva alianza tome forma: en ese lapso, debe convertirse en una sólida oferta electoral y dejar conformes a todos sus integrantes.