Según lo informado por el Banco Central, las reservas cayeron en el arranque de la semana 117 millones de dólares y cerraron por debajo de los u$s 50.000 millones (u$s 49.968 millones ).
La escasez de divisas marca la transición hasta el final del mandato de Mauricio Macri. Y se agudizó después de que el propio Fondo Monetario postergó el desembolso por 5.400 millones de dólares para negociar después del 27 de octubre con el nuevo presidente electo.
Estos recursos son vitales tanto para poder manejar el frente cambiario como para cumplir con los pagos de deuda de Letras del Tesoro “no reperfiladas” y de bonos soberanos argentinos. Sin esos dólares en más difícil afrontar los dos frentes. Por eso, también el Banco Central retacea dólares para empresas que tienen por estos días que afrontar pagos de vencimiento de deudas en dólares con el exterior, o incluso cancelar obligaciones por importaciones con proveedores extranjeros. La prioridad oficial es cuidar los dólares de las reservas para garantizar la estabilidad cambiaria y los pagos de deudas del Tesoro pendientes hasta fin de año por unos U$S 6.500 millones.
Ante este panorma, sin la ayuda del FMI, lo más probable es que profundicen las restricciones cambiarias para llegar al 10 de diciembre.
Ayer, en otra medida por lo menos controvertida, el Gobierno decidió la suscripción compulsiva de Letras del Tesoro Nacional (en pesos y dólares) al Fondo de Garantia y Sustentabilidad de Anses (por 35.000 millones de pesos y 275 millones de dólares), bonos que –tras el “reperfilamiento”– hoy ningún acreedor privado acepta suscribir.
Vale recordar que las reservas netas del Banco Central son bastante menores que las reservas brutas de U$S 49.968 millones. Aproximadamente suman 13.600 millones de dólares, ya que al monto bruto hay que descontarle el swap de monedas con china, depósitos privados en dólares (una parte “guardados” como encajes en el Central), préstamos con el banco internacional de basilea, derecho de espciales de giro y el préstamo del FMI que tiene como destino fortalecer las reservas y que por ahora es “intocable” (ver gráfico).
Según datos del Banco Central, los depósitos en moneda extranjera continúan saliendo de los bancos a cajas de segurida o al “colchón”, pero a un ritmo mucho menor que semanas atrás. El miércoles pasado, 12 de septiembre (último dato disponible), cayeron 154 millones de dólares.
Desde las PASO, se fueron del sistema U$S 9.977 millones, una caida de los depósitos del 30,7% en apenas 1 mes. Sin embargo, si bien en el ultimo mes la salida diaria promedio fue de unos 450 millones, con un pico de más de 1.100 millones el viernes 30 de agosto, previo al cepo, en los últimos 4 días informados (entre el 9 y el 12 de septiembre) la salida de depósitos se redujo a un promedio de U$S 190 millones diarios.
El stock de depósitos en cajas de ahorro en dólares descendieron u$s 105 millones (dato del 12/09), el resto de los retiros son plazos fijos en dólares. Las cajas de ahorro de menores a un millón de dólares cayeron 110 millones de dólares. Mientras que los ahorristas de más con depósitos superiores al millón de dólares subieron u$s 5 millones.
Por otra parte, es clave en después de las restricciones cambiarias observar la evolución de la brecha cambiaria. En el primer día de la semana el contado con liquidación tuvo una retracción en su cotizacion, que permitió que deje la zona del 30% de brecha respecto del dólar oficial. Cerrando en $69,3 -pesos por dólar – versus $56,28 que terminó el dolar oficial (mayorista).
La brecha con el dólar paralelo o “dólar blue” se mantuvo menor al 10%. El dólar paralelo cerró en 61,50 pesos por dólar.
Es muy relevante en este contexto que la brecha con el “blue” no se contagie de la brecha que existe con el “contado con líquídación”. Porque alimentaria el volumen del mercado para captar ese diferencial. Y se corre el peligro de que sea una referencia del tipo de cambio oficial futuro.