Máximo Kirchner hizo esta semana su debut nacional como candidato a diputado por Santa Cruz.
Después de mas de una década de perfil bajo, el hijo mayor de la presidenta comenzó a recorrer su provincia en busca del voto de sus coterráneos.
El hijo de la presidenta se muestra en locales partidarios del FpV y de Colina, la agrupación que responde a su tia, Alicia Kirchner.
Pero el gran acto de lanzamiento fue en Río Gallegos, con la presencia de la fórmula presidencial del oficialismo. La decisión de llevar al hijo presidencial por primera vez a la cabeza de una boleta viene de la mano de un doble movimiento de La Cámpora: por un lado, convertirse en una línea interna del peronismo; por el otro, tratar de ganar territorios propios y dejar de ser una agrupación de funcionarios.
Para la oposición, el proyecto de Máximo a los primeros planos es un dato para festejar. Desde la Coalición Cívica y el PRO consideran que la kirchnerización de Scioli lo llevará a perder votos decisivos en los días que quedan, hasta la primaria del 9 de agosto.
La estrategia de Macri es pegar a Scioli con La Cámpora y Máximo Kirchner. Quieren sacar provecho de la alta imagen negativa que tiene de hijo de la presidenta en los grandes centros urbanos.
¿Quién pierde y quién pierde con Máximo parado en el medio de la cancha?
