Tras la vertiginosa escalada de la tasa de interés de las Leliqs (que coloca el BCRA a los bancos, la tasa de referencia del sistema financiero) de 44% a mediados de febrero al 67,8% actual (24 puntos en poco más de un mes), comenzaron a subir las tasas que pagan los bancos por los plazos fijo mayoristas y minoristas, aunque a un ritmo mucho más lento. Es lo que espera el Banco Central para que la señal del aumento de la tasa de interés llegue inversores y ahorristas, para tentarlos a quedarse en pesos en lugar de correr al dólar. Veamos:
— La tasa de interés Badlar –para depósitos de más de 1 millón de pesos– llegó a 44,12 %, según los números que publica el Banco Central. Hace poco más de un mes (el 20 de febrero ) estaba en 35,18%, una suba de 9 puntos.
— La tasa de interés de plazo fijo minoristas mostró un movimiento similar. Hoy llega a 42,7%, luego de tocar piso de 34,4% el pasado 20 de febrero. Un incremento de 8,3 puntos.
— En cuanto a la tasa que los bancos pagan por depósitos mayores a $ 20 millones (TM20) el aumento de la tasa fue algo mayor: pasó de pagar 35,9% el 18/02 al 46,87% actual: un alza de 11 puntos.
Sin embargo, algunos consideran que esa suba de tasa de los bancos a los ahorristas es todavía insuficiente para evitar una dolarización de depósitos una vez largada la carrera electoral. Dos datos apuntan en ese sentido.
Por un lado, pese a que el aumento de las tasas que pagan los bancos a los depositantes se aceleró en especial en las últimas semanas de marzo, el crecimiento del stock de plazos fijos se estancó (ver gráfico). Una primera señal de alarma, que puede ser la antesala de una corrida al dólar, en particular de los inversores con grandes depósitos.
Por otro lado, la brecha entre lo que cobran los bancos por las Leliqs del Banco Central y lo que le pagan a los depositantes se amplió de poco más de 10 puntos hacia mediados de febrero (con las Leliqs en 44% y la tasa de los plazo fijo en 34,4%) a 24 puntos hoy (con la tasa de las Leliqs en 67% y la tasa para ahorristas minoristas en menos de 43%). Todavía parece haber espacio en los bancos para elevar la tasa que pagan para retener a los depositantes.
El otro efecto del aumento de la tasa de referencia del Banco Central, se ve en el impacto sobre el costo del crédito y la economía real. El movimiento que luce lento, con poca reacción, en las tasas de los depósitos (“tasa pasiva), es mucho más veloz en llegar a algunas líneas de crédito a empresas (“tasa activa”). Por ejemplo, la tasa de interés promedio para adelantos en cuenta corriente de las empresas se disparó del 47,29% el 15 de febrero pasado y 64,4% actual. Un aumento 17 puntos que pone en jaque a las empresas de distintos sectores productivos, en especial las Pymes.