El ex vicepresidente Amado Boudou eligió un territorio amigable para retomar la actividad política después de pasar 70 días detenido en una causa por defraudación con facturas truchas cuando era ministro de Economía.
“No hay nada que festejar mientras haya un solo compañero preso político en Argentina” , dijo Boudou a los militantes que se acercaron al edificio de 8 y 54. La conducción del peronismo local estuvo liderada por más de 10 años por el ex intendente Pablo Bruera, quien mantuvo serios enfrentamientos con el kirchnerismo. Pero en las elecciones de octubre, ese espacio se alió Unidad Ciudadana. Luego, la coalición –que incluyó a sectores del cristinismo “duro” y a algunos gremios locales incluido el SOEME de Balcedo- retuvo el manejo partidario aunque con otra impronta.Asistió a un acto en el PJ de La Plata, colonizado por el kirchnerismo después de las elecciones internas partidarias realizadas a mediados de diciembre. Acompañado por ladiputada provincial Florencia Saintout y el ex vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, el ex compañero de fórmula de Cristina Fernandez de Kirchner tuvo espacio para las emociones. Se le cargaron los ojos de lágrimas mientras recordaba su paso por un pabellón del penal de Ezeiza donde estuvo preso hasta el 12 de enero por orden del juez Federal Ariel Lijo.
Boudou estuvo detenido por la causa iniciada por la falsificación de comprobantes de viáticos en viajes oficiales y se investigaba su presunto enriquecimiento ilícito. Un fallo de los camaristas Eduardo Farah y Leopoldo Bruglia ordenó su liberación pocos días antes del parto de su pareja, que tuvo mellizos.“Tenemos que hablar más, salir a decir nuestra verdad en todos los rincones. Nos están tapando las voces con la persecución y un entramado judicial acompañado de los medios”, declaró el ex vicepresidente. “Pasamos doce años consolidando y consagrando derechos y ahora los están destruyendo”, concluyó.