Las denuncias de la oposición están reclamando que se instrumente algún tipo de modificación en el sistema electoral el 25 de octubre para garantizar la transparencia. Sergio Massa insistió con el voto electrónico, pero le dijeron que era imposible. La oposición está reclamando una boleta única, al menos complementaria.
Como no está garantizado que puedan estar las boletas de cada uno de los candidatos en todas las mesas y el único que tiene capacidad de fiscalización en todo el país es el Frente para la Victoria, plantea que el Estado garantice una boleta única, una especie de planilla en la que figuran todos los candidatos por categoría. Con este método se votó en las cárceles y en los consulados extranjeros. La ONG Red Fiscal propone la boleta única complementaria en el caso de que el votante no encuentre la del partido que quiere elegir. Los dos sistemas estarían disponibles al mismo tiempo, por eso, se llama complementaria. En vez de que el fiscal de cada partido político garantice las boletas, en un futuro lo ideal sería que el Estado garantice la boleta única.
Aníbal Fernández rechazó de plano la implementación de cualquiera de estos métodos; dijo que es un capricho de la oposición “porque saben que pierden en octubre”. Invoca el artículo 54 del Código electoral que establece que las reformas se deben hacer noventa días antes de las elecciones. El director nacional electoral Alejandro Tullio afirma que no hay que confundir a la gente ahora.
Esto favorece el corte de boleta, lo que puede significar una dificultad para Mauricio Macri y Daniel Scioli porque son los que tienen los candidatos que aparecen arriba en las encuestas en la provincia de Buenos Aires.
A nivel nacional no se va a implementar este sistema, según lo marcó el Gobierno. Scioli debe dar un guiño de que todos acepten las reglas de juego, porque si no, va a haber un problema institucional el 25 de octubre.
