La movilización de la CGT, con amplio respaldo de partidos opositores, además de los movimientos sociales y las dos CTA, es el segundo paso del plan de lucha que lanzó la Central a principios de febrero. El primero había sido cortar el diálogo, "por falta de confianza", con el Gobierno y los empresarios, instancia que se daba en la mesa por la Producción y el Trabajo. El tercer paso será anunciado en la marcha y es la convocatoria a una huelga general para fines de marzo o principios de abril.
Respecto a esta última posta de reclamos, el integrante del triunvirato Carlos Acuña anticipó el llamado a un paro, durante la mañana, en el breve discurso que dio en la multitudinaria marcha de los docentes. Más tarde harían lo propio sus coequipers en la CGT, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer. "Si no hay rectificaciones va a haber un paro. No es cuestión de plazos, sino de ver respuestas. Esperamos que el Gobierno rectifique su política de comercio exterior, que no se importen productos terminados que se consumen en el mercado interno, que no pongan topes a las paritarias y la paritaria nacional docente", dijeron, palabras más palabras menos, cada uno a su turno. Ellos tres serán los únicos oradores del acto.
El centro porteño será un verdadero caos para los automovilistas y ciudadanos de a pie: por la mañana declara Cristina Kirchner en los Tribunales de Comodoro Py y se prevé que se acerquen militantes a la zona de Retiro. Más cerca del mediodía empezarán a concentrarse las distintas columnas que confluirán hacia la diagonal Julio Argentino Roca y Moreno, a dos cuadras de Plaza de Mayo, lugar donde se ubicará el escenario. Los discursos están apuntados para las 16 horas.