Cristina Fernández de Kirchner aprovechó el aniversario del 25 de mayo para hablar sobre “la gesta” del kirchnerismo.
La Presidenta coronó con su discurso en Plaza de Mayo una semana marcada por la autocelebración.
Con una capacidad de movilización intacta después de 12 años en el gobierno, Cristina habló ante una multitud que la escuchó en silencio durante 1 hora y 20 minutos.
Escoltada por Amado Boudou y rodeada de gobernadores, intendentes y sindicalistas, la jefa del kirchnerismo afirmó que la única salida es profundizar el modelo.
La Presidenta ensayó un discurso de campaña ante la feligresía oficialista y se paró por encima de la batalla interna que protagonizan Daniel Scioli y Florencio Randazzo .
Dijo que no tenía de que avergonzarse porque no es dueña de cuentas en el exterior y dio a entender que el kirchnerismo sigue después del 10 de diciembre.
Además, dedicó un buen tramo de su intervención a reivindicar la creación del centro cultural Néstor Kirchner y a cuestionar a la oposición.
En su mensaje de despedida, Cristina ignoró a los hombres de la revolución de mayo de 1810: sus protagonistas quedaron empequeñecidos ante el proyecto emancipador que la Presidenta y sus seguidores están seguros de encarnar.
